Conductas pateticas

No hay nada que diga menos de una persona que no ser consecuente con lo que se dice. Porque al fin y al cabo, las personas tienen dos valores fundamentales. El primero y más grande de ellos es la intención de ser buena persona, es decir, ayudar, tratar bien a la gente, ser simpático y dejar las canalladas a un lado. Pero el otro es hacer lo que se dice o al menos intentarlo. ¿Qué te queda como persona si tu palabra se la lleva el viento? Pues la verdad es que no lo se, pero no debe de quedar mucho. Es entonces cuando la gente comienza a pasar de ti porque no sabe si mañana irás al norte o irás al sur. Si le estas riendo las gracias hoy y mañana lo estas poniendo a parir. Esos de los que dudas que algún día puedan hacerte un favor más allá de pasarte la sal. Porque amigos hay muchos pero manos para ayudar pocas. Sobretodo si la ayuda te hace sudar. Hay graciosillos, de palabra fácil, que alardean de cualidades y de valores por la vida. Se tiran el moco porque sale gratis y sueltan patochadas varias para deleite de los oyentes. Menos mal que uno tiene memoria para ajusticiar estas conductas porque muchas de las veces sus principios se van a la lona en el primer asalto.

 

Y ahora comento sobre otro tipo de personas que me tocan los bemoles. Como el típico tonto que arranca a “toda mecha” con un Citroen c1 para impresionar a las niñatillas, futuro candidato a ser el típico tonto que después lo hará con un BMW para impresionar a tías con lo de debajo de color negro o el más tonto de los tontos que en invierno se arriesga a morir congelado por tal de llevar la ventanilla abierta para que escuchemos su mierda de Reggeaton. Ese es el tipo de gente a los que tanto detesto. Y como estos, casos mil. Tampoco me quiero olvidar de esos “listos” que se hacen tatuajes para exponerlos en la feria o de los sacrificados del gimnasio para lucir camisetas con tirantes al más puro estilo WWF. También incluyo en mi lista al que aprende 3 pasos de salsa para lucirlos cada sábado aunque este escuchando House.

 

Me parece todo tan…